Esta habitación que "respira", entre los grandes salones y la gran cocina, está decorada en el espíritu de los “gabinetes de aficionados”, muy populares en esa época, con raros libros del siglo 18, objetos recogidos durante viajes lejanos, maquetas antiguas, esculturas...
Una sala para compartir de pie una copa, leer un libro, abrir un catálogo de ventas de arte...